Recuerdo muy bien, que cuando estaba aprendiendo a leer, lo hacia mucho en la calle. Me fascinaba leer los anuncios de los negocios y sentía que iba descubriendo el mundo. No se porque eso me generaba tanta satisfacción, aun siento esa misma sensación de asombro, al recordar, que sentía cuando estaba pequeña y descubría que decía en aquellos letreros.
Creo que mis comienzos en la lectura fueron cuando cursaba transición, en un colegio cercano a mi casa que se llamaba "Liceo Infantil Tribilin". Recuerdo que mi profesora Sandra nos enseñaba las silabas como ma, me, mi, mo, mu, que fueron las primeras que aprendí. Y al terminar transición yo estaba muy adelantada en mi proceso de lectura.
Pero no solo aprendí a leer con los esfuerzos de mi profe en el colegio, ya que mis papás siempre me leían cuentos antes de irme a dormir. Recuerdo que me compraban muchos cuentos infantiles con ilustraciones que realmente llamaban mi atención, como Pulgarcito, La bella y la bestia, Ali baba y los cuarenta ladrones, entre otros. También me compraron una caja de libros con historias bíblicas, que me gustaban mucho. Creo que fueron de los libros que más me leía, junto con un libro de la Bella durmiente que me había regalado una amiga de mi abuela.
Como dije anteriormente, mis papas influyeron mucho en mi proceso de aprender a leer. Desde cuando yo más o menos sabia leer y hasta que aprendí a leer bien, mi papá me puso a leer en voz alta. Algo que a mi no me gustaba mucho porque me sentía como en un examen, porque él siempre a sido muy exigente conmigo. Pero en si lo que él buscaba era que no leyera a la carrera, porque eso si me encanta, que hiciera las pausas pertinentes a los signos de puntuación, que vocalizara bien y que finalmente comprendiera el texto.
Pero aunque mis padres hicieron muchos esfuerzos para que le cogiera amor a la lectura, la verdad esa pasión desbordante que muchos tienen nunca surgió en mi. Cuando tenia como 11 años, mi papá me puso a leer un libro, "Otelo: el moro de Venecia", y me dio un plazo para leerlo y contarle de que se trataba, pasaron los días y yo nada que avanzaba con el libro, algo si había leído pero nada considerable. Hasta que un día yendo hacia el colegio mi papá me dijo que ese fin de semana ya tenia que decirle de que se trataba el libro y que el me haría unas preguntas. Recuerdo que me dieron unos nervios horribles, y ese mismo día empece a leerme el libro. Creo que lo leí por varios días seguidos, hasta que llego el fin de semana y para mi sorpresa mi papá no me pegunto nada y hasta el sol de hoy nunca me pregunto. Y aunque en ese momento me sentí mal, la verdad me gusto mucho tanto así que luego lo volví a leer. Pero este es un caso excepcional porque en verdad de los varios libros que mi papá me puso a leer o me recomendó fue el único que me leí completo y que me lo haya vuelto a leer.
Como dije anteriormente, mis papas influyeron mucho en mi proceso de aprender a leer. Desde cuando yo más o menos sabia leer y hasta que aprendí a leer bien, mi papá me puso a leer en voz alta. Algo que a mi no me gustaba mucho porque me sentía como en un examen, porque él siempre a sido muy exigente conmigo. Pero en si lo que él buscaba era que no leyera a la carrera, porque eso si me encanta, que hiciera las pausas pertinentes a los signos de puntuación, que vocalizara bien y que finalmente comprendiera el texto.
Pero aunque mis padres hicieron muchos esfuerzos para que le cogiera amor a la lectura, la verdad esa pasión desbordante que muchos tienen nunca surgió en mi. Cuando tenia como 11 años, mi papá me puso a leer un libro, "Otelo: el moro de Venecia", y me dio un plazo para leerlo y contarle de que se trataba, pasaron los días y yo nada que avanzaba con el libro, algo si había leído pero nada considerable. Hasta que un día yendo hacia el colegio mi papá me dijo que ese fin de semana ya tenia que decirle de que se trataba el libro y que el me haría unas preguntas. Recuerdo que me dieron unos nervios horribles, y ese mismo día empece a leerme el libro. Creo que lo leí por varios días seguidos, hasta que llego el fin de semana y para mi sorpresa mi papá no me pegunto nada y hasta el sol de hoy nunca me pregunto. Y aunque en ese momento me sentí mal, la verdad me gusto mucho tanto así que luego lo volví a leer. Pero este es un caso excepcional porque en verdad de los varios libros que mi papá me puso a leer o me recomendó fue el único que me leí completo y que me lo haya vuelto a leer.
Hola Laury, primero que todo tu blog tiene un excelente equilibrio y manejo del color , segundo tu historia está muy completa, solo tuve un pequeño problema con el cuarto párrafo, pues usaste tres veces la palabra “porque”, pudiste haber usado otra palabra, en el penúltimo renglón del párrafo me diste a entender que te encanta leer a la carrera, no sé si estoy en lo correcto, de resto tu blog tiene una excelente organización, y tu capitulo es completo y no deja asuntos en el aire.
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